Manuel Carrasco salió con la medalla de plata en la segunda edición del
reality show musical más importante de la televisión. Pero ha conseguido algo más importante, el hecho de que su paso por
Operación Triunfo no haya mermado su credibilidad como artista. Es algo que muy pocos consiguen, sólo me vienen a la cabeza los casos de
Vega o
Mai Meneses, aunque no sean los únicos que lo merezcan.
Ahora estrena su cuarto disco, “
Inercia”. Afirma que es como su cuarto hijo. Es una frase algo común en los cantantes, pero resulta más creíble cuando sale de alguien que ha compuesto todas y cada una de las melodías de las canciones que han formado parte de sus cuatro trabajos y que ha buscado en sus recuerdos y vivencias para dar forma a todas y cada una de las letras que han llenado esas melodías.
Dice que la promoción es la parte de su trabajo que menos le gusta. Sin embargo, está tan acostumbrado al medio que la asume con la mejor de sus sonrisas. Tanto lo está que sabe cómo posar en cada una de las fotos casuales que hacemos en la madrileña plaza de Colón, sin tener que darle demasiadas directrices.
No es la primera vez que le entrevisto y me llevo, a grandes rasgos, la misma percepción que las dos veces anteriores. La de un chico sincero, que no piensa demasiado sus respuestas, sino que dice lo que realmente opina al respecto. Parece no tener un guión estudiado sobre las preguntas que muchos – creen- pueden caer en el examen de la entrevista. Y es algo que agradezco.
Siente que ya tiene un hueco en el difícil mundo del pop nacional. Sus múltiples discos de oro y platino así lo confirman. También un reconocimiento por parte del sector. Y no creo que lo comente por los premios que ha ganado sino más por la opinión de algunos de sus compañeros de profesión.
Con ganas de empezar la gira de este nuevo trabajo, Manuel Carrasco no da mucho tiempo de descanso a sus musas. Dice ya estar pensado en lo que será su nuevo disco. No da tregua a la composición. Una maestría que utiliza casi de forma terapéutica para canalizar sus emociones. Y, obviamente, así salen sus grandes éxitos: casi por
inercia.