Tenían tanto que dar

NENA DACONTE
Retales de Carnaval, (Universal Music Spain, 2008)



TENÍAN TANTO QUE DAR
by Magí Torras

Era difícil de esperar que leyendo “El rastro de tu sangre en la nieve”, cuento de Gabriel García Márquez, uno de sus personajes protagonistas, Nena Daconte, olvidara su singularidad en el diccionario popular para convertirse en el nombre de uno de los grupos revelación del panorama musical.

Y es que nadie negará que, desde la salida al mercado de su disco debut (“He perdido los zapatos”, Universal Music) el dúo afincado en Barcelona parece ser el protagonista de su propio cuento. Tras la propuesta inicial de autoeditar sus propios discos, la multinacional decidió apostar al 100% por el proyecto. Entonces, pocos conocían que Mai Meneses había participado en Operación Triunfo, que había sido la primera expulsada… y cuando fue vox populi ya no importó. La calidad de los temas inclinaba la balanza contra la efímera popularidad del reality show.

E “Idiota” empezó a encontrar su hueco en la radiofórmula. Sí, “Idiota”, ese tema intimista, fiel reflejo del espíritu del grupo, que nadie esperaría oír en Los 40 principales. Pero lo hicieron. Después llegó “En qué estrella estará” y fusilaron más de 70.000 copias del álbum. Que se dice rápido.

Mientras se iban haciendo populares entre el grupo más comercial, a los más incrédulos de sectores más indies les iba convenciendo el proyecto que el dúo presentaba en pequeñas salas del país. Y es que versionar –y tener como referentes- a nombres como Ella Fitzgerald, Elvis Costello o James Taylor no es moco de pavo. Que no estamos hablando de idolatrar a El canto del loco o Simple Plan, con todos mis respetos para ambos. Tampoco les vino mal subirse al escenario con grupos como Sidonie.



Septiembre 2008. Se estrena “tenía tanto que darte”, single de anticipo de su segundo álbum “Retales de carnaval”. Primera escucha. La canción ya no se te va de la cabeza. Hit asegurado. Y es que este tema que Mai debe haber escrito a modo catarsis emocional –el dúo rompió su relación sentimental entre ambos discos- viene a ejemplificar que su éxito anterior no había sido un golpe de suerte. Letra de desamor, melodía optimista, una voz característicamente original y unas guitarras que recuerdan a Weezer hacen de él, sin duda, el mejor single de lo que llevamos de año.

En el videoclip vuelven a demostrarnos que no son “carne de discográfica” a la habitual usanza. Planos estratégicamente pensados, coros de niños que no están ahí por casualidad y unos patines que se han convertido en el gran fetiche de este “Retales de carnaval” se entremezclan para dar un resultado que supera –y con creces- la nota media española. Hay quién lo ve simple. Pero es que hay quién no sabe ver. Y es que hay que diferenciar entre ser simple y ser minimalista.

Nena Daconte ha jugado siempre con la premisa del “menos es más” en sus temas, sus directos, sus videoclips e, incluso, sus artbooks. No hay que rasgarse las vestiduras porque lo hagan ahora también. Pero no hay que ser un entendido para ver que un videoclip simple no necesita tres días de rodaje, más de 50 cambios de vestuario y una necesidad de continuos visionados para dar con los diferentes guiños (no sólo cinematográficos) que el dúo y el director nos proponen. Y tampoco es descabellado pensar que, viendo el video, estamos ante un grupo que se asemeja mucho más a La Casa Azul que a otras bandas de radiofórmula como Amaral.



Y aunque empecemos a estar saturados de un single que suena por todos lados, nada mejor que ir descubriendo las pequeñas joyas –si, joyas- que depara “Retales de carnaval”. Un trabajo que gira entorno a una ruptura y que la voz de Mai endulza de tal manera que parece que el desamor no duela en absoluto. Cabe destacar la revisión del cuento de Borges que se marcan en “El Aleph”, canción que brilla como ninguna, y otros cortes que se van descubriendo con las escuchas, como la simplicidad (de letra y música –sólo dos guitarras-) de “Tal vez” o la nostalgia del pasado de “con lo poco que quedaba” que evoca a los años 20-30 con su melodía y el sonido del claque y unos acordes de “tenía tanto que darte” que cierran de forma impecable un disco redondo.

Sí, redondo pero exageradamente corto. Como ya pasó con su debut. Once temas que saben a poco. Y por mucho que el refranero popular recuerde aquello que “lo bueno si es…”, da pereza sólo pensar tener que esperar otros tres años para poder disfrutar de 35 minutos de grandes temas en pop español. Pero como vamos muy mal servidos de esto último, esperaremos. Nena, esperaremos.